Ney sin felicitaciones ni Hawái en vacaciones, la columna del Plátano
Neymar pudo hacer historia junto a París Saint Germain. Sin embargo, al final del encuentro, el astro brasileño terminó llorando por la derrota ante Bayer Múnich.
Ante Leipzig -cuando ganaron cómodamente 3 a 0- Neymar y compañía (incluido el ejemplo de amistad y confianza, Icardi) cantaron la canción “Hawái” del cantante colombiano Maluma. Asimismo, eso denotaba la felicidad y la seguridad que poseían antes de la final de la Champions League, y hacía presagiar que los jugadores deseaban pasar unas futuras vacaciones en la tropical isla.
Neymar da Silva siempre se ha valido de humillaciones, burla y pitorreo ante muchos rivales cuando no era necesario: una biclicleta de más, un sombrero de más, un baile de más, etc. La última vez, no fue exactamente con alguien del equipo contrario, sino hacia su examigo o colega Maluma. Todo bien hasta ahí, él el así. El último domingo soñaba colocar en los cánones de la historia del fútbol que pudo vencer a un Bayer Múnich imparable. No obstante, el equipo alemán ganó con autoridad y demostró que la colectividad puede ganarle a cualquier individualidad. El brasileño vio cómo se le escapó una gran oportunidad de quedar entre los grandes, y por eso echó a llorar cuando terminó el encuentro.
Antes de los 20 años ya tenía La Libertadores en su palmarés con el Santos, después fue a Barcelona y brilló casi tanto en la Champions 2014-2015 como el mismo Messi. ¿Qué presagiaban todos? Cristiano y Leonel le entregarían la corona de mejor jugador a Neymar muy pronto.
¿Qué pasó? Pasaron los años, algunas lesiones de gravedad y múltiples noches de farra que hicieron que el Balón de Oro ni siquiera lo vea. Perdió mucho tiempo llenando historias en Instragram y en los trasnoches, y se olvidó de lo más importante: jugar al fútbol.
Tendrá más oportunidades, seguro. Sin embargo, ahora tiene 28 años, ya pasó la edad del esplendor futbolístico. No le queda mucho. Esperemos que se olvide de las juergas y solo se dedique a intentar entrar a la historia.